La EFSA ha publicado un informe en el que se identifican y evalúan las bacterias resistentes a antibióticos causantes de enfermedades infecciosas que afectan al ganado bovino, de más relevancia en la UE y que suponen un riesgo para la salud pública.

Esta evaluación forma parte de una serie en la que la EFSA analiza la resistencia antimicrobiana. Primero lo hizo en ganado porcino y aves; y segundo en ovino y caprino. En esta ocasión, la agencia vuelve a hacer una revisión de la literatura científica existente y de los datos recogidos disponibles por opinión experta.

Se evaluó la situación a nivel mundial de la resistencia de los siguientes patógenos resistentes a antimicrobianos en ganado bovino: S. aureus, E. coli, P. multocida, M. haemolytica, S. uberis, S. dysgalactiae, H. somni, T. pyogenes, Mycoplasma bovis, K. pneumoniae, Moraxella bovis y F. necrophorum.

Basándose en las pruebas disponibles, la EFSA ha identificado:

  • E. coli y S. aureus y con ≥ 66% de certeza, como los patógenos resistentes más relevante de importancia clínica en ganado vacuno de la UE.

En cuanto a los informes de los países europeos incluidos en la evaluación, destaca el pequeño tamaño de las muestras que dificulta la extracción de conclusiones en cuanto a los niveles de RAM en estas poblaciones. No obstante, se detectaron tendencias estables de RAM para la mayoría de las combinaciones patógeno-fármaco y los niveles de resistencia, en general, bajos para la mayoría de las combinaciones de patógenos y antimicrobianos.

La EFSA vuelve a destacar en este informe la dificultad de extraer conclusiones definitivas, en cuanto a los niveles de RAM en las poblaciones bovinas, debido a la falta de información disponible en muchos países del mundo y de Europa, sobre los orígenes de los cultivos bacterianos analizados, la variedad de antimicrobianos, metodologías y criterios de valoración utilizados.

 Es por todo ello por lo que recomiendan:

  1. Recopilar datos fiables de las bacterias patógenas en esta especie a través de técnicas estandarizadas, para poder realizar comparaciones en el tiempo y en el espacio. Esto es especialmente necesario en las que suponen un desafío a nivel terapéutico por la falta de técnicas de sensibilidad antimicrobiana (antibiogramas) aprobadas y/o criterios de interpretación, como es el caso de Mycoplasma bovis.
  2. Detectar nuevos fenotipos antimicrobianos emergentes de importancia clínica, a través de los programas de vigilancia de la RAM. En especial, en patógenos frecuentemente tratados en granja como bovis, M. haemolytica y P. multocida.
  3. Estandarizar y armonizar la metodología utilizada en los programas de vigilancia: criterios de selección de toma de muestras y las técnicas de sensibilidad antimicrobiana (antibiogramas), que ayudarían a analizar datos de diferentes regiones y países que usen los mismos métodos laboratoriales y criterios de interpretación; y de esta forma, facilitar la identificación de las diferencias geográficas en la distribución de fenotipos específicos de resistencia a los antimicrobianos de importancia clínica