La ECDC ha publicado recientemente la evaluación epidemiológica de esta enfermedad basándose en los datos de 2019 obtenidos del Sistema Europeo de Vigilancia (TESSy).

La triquinelosis sigue siendo una enfermedad humana rara pero grave en la UE, aunque los casos reportados del 2019 casi doblaron a los de 2018, siendo Bulgaria el país que más casos reportó, un 57% del total, al que le siguen Italia y España.

A pesar de este hecho, la mayoría de los países (16/28) no reportó ningún caso y la tendencia durante el período 2015-2019 en las notificaciones de esta enfermedad en animales ha sido decreciente.

No obstante, en 2019 4 países reportaron 5 brotes de trichinellosis en los que fue necesario hospitalización de algunas de las personas infectadas. Los focos fueron en:

  • Bulgaria, Croacia y Rumanía, que fueron asociados al consumo de carne de cerdo y derivados
  • Italia, que fue asociado al consumo de carne de jabalí

El informe también menciona que el aumento de casos entre enero y febrero está asociado al aumento de consumo de carne de cerdo durante la navidad en determinados países europeos junto con la temporada de caza. A esto se le une que se ha podido constatar que la transmisión se da por contacto directo en sistemas extensivos entre cerdos domésticos y animales silvestres, o indirecto en los casos en los que los productores son también cazadores de especies reservorio del nemátodo (jabalí).

Todo ello indicaría que, el aumento del número de cerdos criados en condiciones controladas y los controles oficiales durante el sacrificio de los cerdos no criados en condiciones controladas, junto con las campañas de sensibilización y la mejora de los conocimientos de los productores, ha podido contribuir a reducir la carga parasitaria en las explotaciones y, por tanto, la probabilidad de infección en humanos.

Los resultados también sugieren que existe una relación directa entre:

  • la falta de sensibilización de los productores y los bajos ingresos de las personas consumidoras que viven en las zonas rurales
  • los inadecuados servicios veterinarios de inspección durante el proceso de sacrificio y la incidencia en animales domésticos.

Tampoco hay que olvidar el creciente número especies salvajes susceptibles en Europa, como jabalíes, zorros rojos, mapaches del este al oeste de Europa y del chacal del sudeste al noroeste europeo. Todos ellos pueden aumentar la prevalencia de Trichinella que circula entre los animales salvajes en Europa.

Respecto a las implicaciones en Salud Pública, cabe destacar que:

  • Los productos derivados de la carne de cerdo y jabalí siguen siendo las fuentes más importantes de triquinelosis humana en la UE.
  • El consumo de carne poco cocinada de cerdos o jabalíes cazados que no han sido sometidos a pruebas de detección de triquina es un es un importante factor de riesgo de triquinelosis, por lo que es vital que la información pertinente llegue a estos consumidores.