El MAPA ha publicado un nuevo Real Decreto, en el que compila varias modificaciones de normas, ya en vigor, y crea algunas nuevas herramientas con el fin de mejorar el bienestar animal en las granjas y facilitar los controles oficiales que llevan a cabo las autoridades competentes.

De forma general, el Real Decreto 159/2023, de 7 de marzo, por el que se establecen disposiciones para la aplicación en España de la normativa de la Unión Europea sobre controles oficiales en materia de bienestar animal, y se modifican varios reales decretos, modifica varias normas sobre protección de los animales en las granjas, sacrificio de urgencia en explotación e información de la cadena alimentaria. La norma establece nuevos valores de: densidad máxima de animales y nuevas condiciones respecto de su alimentación, agua, comederos, condiciones ambientales.

Para la producción porcina, se modifican las normas mínimas para la protección de cerdos. Y también regula sobre la disponibilidad de material manipulable para los animales, con el fin último de disminuir la necesidad de practicar el corte de colas de los cerdos.

Se extiende la obligación de disponer de un plan de bienestar animal, ya existente en las granjas de porcino intensivo y de avicultura. El plan tiene que ser elaborado por el veterinario de explotación y es aplicable a explotaciones de cierto tamaño y que estará adaptado a cada granja. Los titulares de las granjas dispondrán de 4 años para disponer de dicho plan.

Se creará la mesa de coordinación sobre bienestar y protección de los animales y se establece la existencia de un centro nacional de referencia para el ámbito ganadero y acuícola, para el que ha sido designado el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Catalunya (IRTA), en consorcio con la Universidad Autónoma de Barcelona, por un periodo de dos años.

Esta nueva norma se publica con el fin de mejorar las condiciones de las granjas y el manejo de los animales y es por lo que se establecen requisitos más específicos y adaptados al actual conocimiento científico. Las granjas ya existentes dispondrán de dos años para realizar las adaptaciones necesarias.