La EFSA, el ECDC y el laboratorio de referencia de la Unión Europea para la gripe aviar han elaborado un nuevo informe, donde se insta a los Estados miembros de la UE a que intensifiquen las medidas de vigilancia y bioseguridad para protegerse contra posibles nuevos brotes de influenza aviar este año.

Este informe, que abarca el período comprendido entre mayo y agosto de 2020, corresponde a la última actualización realizada sobre la gripe aviar en Europa y fuera del continente, tras los brotes de influenza aviar altamente patógena (IAAP) entre aves silvestres y domésticas en el oeste de Rusia y Kazajstán en los últimos meses. Esta región es una conocida ruta migratoria de otoño de las aves acuáticas silvestres que se dirigen a Europa.

Si el mismo patrón se repite este año, se espera que la enfermedad llegue al noroeste de Europa en otoño o invierno y podría propagarse a continuación a países del sur y el oeste de Europa, como sucedió en los veranos de 2005 y 2016, cuando se detectó la IAAP en esa misma zona de Rusia y se produjeron seguidamente epidemias.

Estas son las recomendaciones que se citan en dicho informe, de conformidad con la legislación de la UE sobre la mitigación de riesgos y los sistemas de detección temprana de la gripe aviar altamente patógena:

  • Tomar medidas para detectar rápidamente los casos sospechosos de IAAP y aumentar la bioseguridad en las granjas avícolas.
  • Avisar a las autoridades veterinarias y sanitarias responsables de la fauna silvestre sobre el probable riesgo de aparición de la IAAP e instarlas a que observen y analicen con celeridad las aves silvestres muertas o enfermas.

El riesgo de transmisión de los virus de la gripe aviar al público en general en Europa sigue siendo muy bajo. No obstante, para minimizarlo, se aconseja a la población que no toque aves muertas sin llevar el equipo de protección individual adecuado.