La EFSA publica su segundo informe con los resultados para la peste equina, dentro de la serie de dictámenes que anunció recientemente y que han sido encargados por la Comisión Europea.

Se ha seguido la misma metodología de examinación que en el primer informe, en el que se trataron la medida de lucha contra la peste porcina africana.

Como resumen podríamos destacar, que las pruebas de laboratorio en los animales caídos o muertos en un brote serían eficaces para detectar la enfermedad. Incluso, más que cualquier vigilancia basada únicamente en los signos clínicos, debido a que éstos son no patognómicos y también, debido a su alta tasa de letalidad.

Hay que tener en cuenta determinados factores en su transmisión, como la abundancia y actividad del vector, mosquito Culicoides. Esto hace que su presencia sea muy estacional y no se pueda usar un enfoque común para toda la Unión Europea.

Para el cálculo del riesgo relativo se tomaron datos datos de transmisión del virus de la lengua azul por los mosquitos Culicoides en Europa, ya que hay escasez de información sobre los brotes europeos de peste equina.

Estas son las conclusiones del estudio:

  1. El examen clínico es poco eficaz, y por sí solo no se puede utilizar para confirmar la enfermedad. Las pruebas de laboratorio son eficaces en los caballos caídos o muertos.
  2. La eficacia de la duración del periodo de vigilancia (desde el momento de infección al momento de la notificación de una sospecha a la autoridad competente), para la que se llevó a cabo una amplia búsqueda bibliográfica, se consideró eficaz con 14 días, pudiéndose aumentar 21 días, tras una evaluación del riesgo de la epidemiología del vector.
  3. El tamaño y la duración de las zonas de restricción: se consideraron eficaces los radios mínimos de aplicación de la zona de protección (100 km) y de la zona de vigilancia (150 km).